domingo, 12 de octubre de 2008

Devestir

Devestir


La etimología de esta palabra aun no tiene muchos antecedentes. Se cree que surge entre las palabras más osadas y donde oscilan intereses. Ahí donde el ingenio, la hipocresía y un poco de suerte son la clave del éxito.

Devestir es una pobre palabra algo ensombrecida por la indiferencia citadina o simplemente ocultada entre pudorosas miradas. No es muy fácil percatarse de su uso, ya que es necesaria cierta fijación permanente en los actos de los demás lo que puede provocar cierto nerviosismo en el sujeto que está devistiendo a alguien.

Yo puedo devestir en multitudes, es decir y no muy complejo, al estar parado y rodeado de gente yo puedo hacer devenir lo sin ropa, esto requiere de ciertas gotas lascivas venidas de un subconsciente desarrollado, y claro, algo de imaginación, lo que nunca esta de más. Devestir es algo usual entre la gente, principalmente entre solteros y aquellos desposeídos errantes ahogados de la incerteza y la asimetría de los trazos y las curvas, aquellos imperfectos antiestéticos que vagan por la vida babeando. Devestir trae consigo la ayuda a estos despojos de narciso otorgando la felicidad ilusoria de lo sentidos, haciendo el peso al equilibrio de la libido.